jueves, 6 de noviembre de 2008

Pink Floyd - Meddle


Gran álbum anterior a Dark Side Of The Moon que llevó a Pink Floyd a un lugar más sideral, donde ya se podía notar su sonido característico, ya más alejado de aquel fantasma, que llevaba por nombre Syd Barret.
En lo personal es uno de los mejores discos de esta banda, es impresionante la forma en que usan el blues y los arreglos musicales.

La introducción es caótica, creciente... conforme va avanzando la canción ésta se vuelve un paisaje de sonidos que aumentan tu ritmo cardiaco y una voz digna de un robot y/o alien nos da paso a la explosión del espacio para adentrarnos en ese grandioso paisaje musical. One Of These Days.

La segunda pieza es tranquila con un arpegio de guitarra muy hermoso, y voces hipnotizantes... música excepcional, característica de Floyd. A Pillow Of Winds.

Sigue una rola que nos recuerda los arreglos de los tempranos trabajos en Zeppelin, hechos por Jimmy Page, sólo que con una velocidad que logra hacerla cadenciosa. Terminando con una porra digna de un partido de futbol. Fearless.

Posteriormente viene una de mis canciones preferidas... con un tono demasiado agradable que cuando uno se encuentre estresado puede llegar a su casa, sacar el disco, poner play y adelantar simplemente al número 4 para comenzar a sentirse bien. Es una rola con un pequeño solo de piano muy jazzero de cena romántica, genial para escucharse en la noche. Con ustedes, San Tropez.

Para finalizar lo que fue la primera parte del disco (en la edición en vinil el lado A concluía con ésta) se encuentra un blues demasiado curioso y creo yo, poco digerible para las personas sin oído exigente -creánme, al principio no entendí la canción- puesto que a pesar de tener un gran arreglo musical demasiado pacheco, digno de un buen blues, a lo largo del corte se encuentran los ladridos y aullidos de unos perros, tratando de acompañar la melodía. El corte lleva por nombre Seamus. Tal vez ya con más escuchadas les será agradable, como en mi caso jeje.


Para (empezar el lado B y) terminar el disco se encuentra una gran suite musical, una jam session excepcional, con grandes variantes de ritmo y partes terroríficas llenas de efectos y pequeños sonidos agudos a lo lejos, y arreglos musicales apoteósicos. Uno no se da cuenta de que tal vez se nos pase rápido el escuchar los 23:27 minutos de la grandiosa Echoes. Ésta canción merece estar en cualquier compilado de Pink Floyd y de Rock.


Simplemente un disco grandioso, fácil de conseguir y mejor aún, $79 bien invertidos.
No se arrepentiran.

Saludos!

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